Nuestras veterinarias siempre nos recuerdan que debemos desparasitar internamente a nuestras mascotas cada 3 meses, pero… ¿cuáles son los riesgos reales de no desparasitar correctamente?
Existen muchas especies de parásitos que pueden infectar tanto a nuestras mascotas como a nosotros. ¡Aquí tienes un breve resumen para conocerlos!
Gusanos intestinales
Hay una gran diversidad de especies que pueden afectar tanto a perros como a gatos, como los ascáridos (T. canis, T. leonina…), los anquilostomas (A. caninum) o los cestodos (Taenia spp., Echinococcus spp…). Estos se transmiten por vía fecal-oral, es decir, un animal infestado puede expulsar los huevos de los gusanos a través de las heces, que permanecen en el ambiente y pueden ser ingeridos por otro animal, infectándose. Otras vías de contagio son, por ejemplo, a través de la leche materna, por ingestión de carne cruda o incluso a través de la piel.
Además, aunque en su mayoría son intestinales, algunas fases larvarias pueden encontrarse en otros órganos.
Gusanos del corazón y pulmonares
Estos gusanos viven en su fase adulta parasitando el corazón y/o los pulmones de perros y gatos:
Las filarias (D. immitis) parasitan el corazón y se transmiten por la picadura de distintas especies de mosquito.
En cambio, los estróngilos (A. vasorum y A. abstrusus) se transmiten igual que los gusanos intestinales, pero después migran a los pulmones, donde se establecen como adultos.
También existe un gusano que parasita los ojos de los animales (Thelazia spp.) y se transmite a través de las moscas de la fruta. Sin embargo, este parásito es poco frecuente y ha aparecido recientemente en Cataluña.
Otros tipos de parásitos internos
Por último, encontramos otros parásitos que no son gusanos, como Giardia spp. o los coccidios, que son microscópicos y también afectan al tracto gastrointestinal.
CASI TODOS estos parásitos también AFECTAN A LAS PERSONAS, y pueden causar enfermedades que en algunos casos llegan a ser graves.
¿CÓMO PUEDO SABER SI MI MASCOTA ESTÁ PARASITADA?
Los parásitos son muy frecuentes en nuestras mascotas. De hecho, se estima que el 31% de los cachorros y el 12% de los adultos están parasitados por gusanos intestinales.
Los animales infectados no siempre muestran síntomas, pero pueden ser fuente de contagio para otros. Cuando presentan signos clínicos, suelen ser diarrea o vómitos, aunque depende del tipo de parásito. Algunos casos pueden ser graves o incluso mortales.
¿Por qué cada 3 meses?
Los parásitos suelen contagiarse en su fase larvaria y, normalmente, tardan unos 3 meses en llegar a adultos. Si desparasitamos cada 3 meses, nos aseguramos de que, ocurra cuando ocurra la infestación, reducimos al mínimo el riesgo de que desarrollen una parasitosis.
Recuerda: no solo protegemos a nuestros animales… ¡también nos protegemos a NOSOTROS MISMOS y a las DEMÁS MASCOTAS!
